martes, 17 de mayo de 2011

BORGES (VEAN EL VIDEO AL FINAL DE LA PÁGINA CASI-CICLO VALLEJO)

 

 El cuento Las ruinas circulares lleva como epígrafe una línea de Through the Looking-Glass de Lewis Carroll: "And if he left off dreaming about you...", que ya deja intuir el tema del cuento: un hombre llega a un templo incendiado y decide realizar allí el proyecto mágico de su vida: soñar un hombre. Después de muchas noches de fracasos, insomnios y frustraciones - que forman el cuerpo del relato -, el mago sueña un hombre pero que no se incorpora ni habla. La esfinge del templo destruido oye sus ruegos y le promete animar al fantasma soñado, de suerte que todas las criaturas, excepto el fuego y el soñador, lo piensen un hombre de carne y hueso. Cuando el mago comprende que está listo para nacer lo besa por primera vez y lo envía a otro templo. una noche dos remeros le traen la noticia de un hombre mágico capaz de hollar el fuego y no quemarse y el mago-soñador comprende que su hijo soñado ha averiguado su condición de mero simulacro. Una mañana, un incendio en el santuario abandonado le anuncia el fin de sus días; el mago lo comprende y camina contra los jirones de fuego, pero el fuego no lo abrasa, lo acaricia sin calor: "Con alivio - concluye Borges - con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro lo estaba soñando".(F.66)
Como un hijo soñado, también el soñador no es otra cosa que el sueño de otro mago que sueña. La existencia de dos soñadores deja entrever la posibilidad de una serie infinita de soñadores; esta posibilidad está reforzada por la forma circular del templo (el tiempo circular según el cual todas las cosas se repiten cíclicamente, es otro de sus temas favoritos), por el número de noches que el mago emplea en procrear su sueño: 1001 (Borges ha hecho referencia en sus ensayos a la noche DCII de Las Mil y una Noches: "esa noche el rey oye de boca de Shahrazad su propia historia" (O.I.168) que plantea la vasta posibilidad de una repetición infinita y circular), y por las meditaciones del mago que imagina a su hijo irreal ejecutando idénticos ritos, en otras ruinas circulares, como él ahora. Las ruinas circulares da expresión a la idea budista del mundo como un sueño o, lo que es lo mismo, al carácter alucinatorio del mundo como quieren los filósofos idealistas. Las adyacencias del budismo y el idealismo se funden en la teoría de la Voluntad de Schopenhauer; significativamente éste tenia en su cuarto junto al busto de Kant un bronce de Buda y su teoría de la abolición de la Voluntad, como un camino para alcanzar la Nada liberadora, es la adaptación del Nirvana del budismo a la filosofía occidental: "La filosofía hindú" - escribió en El mundo como voluntad y representación - retorna a Europa y producirá un cambio fundamental en nuestro conocimiento y pensamiento". Borges, "lector apasionado de Schopenhauer", según su propia definición, da cuerpo en su narración a la visión idealista del mundo según la formulación budista.. Mientras Schopenhauer llegó a afirmar que algunos párrafos de su obra Die Welt Als Wille und Vorstellung habían sido dictados por el Espíritu Santo, Borges abre su cuento con una cita de Through the Looking-Glass; recordemos que al cita está entresacada del capítulo "Tweedledum and Tweedledee"; éste le explica a Alicia que los ronquidos que oye son del King Red que duerme y que la está soñando, y que si él dejara de soñarla, ella - la pequeña Alicia - se apagaría - "pum" - lo mismo que una vela, y no estaría en ninguna parte, pues "you are only a sort of thing in his dream". Así, con una cita del autor de Alice in Wonderland, Borges trasvasa la doctrina budista en una línea extraída de esa historia fantástica que seguramente él leyó en aquellos años de su niñez poblados de literatura inglesa; con finura, con recato, la doctrina budista queda reducida a una maravilla de ese mundo encantado al otro lado del espejo.
UNA VEZ MÁS BORGES:
El común denominador de todas sus ficciones podría resumirse como un relativismo que gobierna todas las cosas y que por ser el resultado de un enfrentamiento de contrarios adquiere visos de paradoja y, a veces, de oxímoron: un traidor que es héroe (Tema del traidor y el héroe), un Quijote escrito en el siglo XX idéntico al de Cervantes y a su vez inmensamente más rico (Pierre Menard, autor del Quijote), una biblioteca de libros ilegibles (La Biblioteca de Babel), un perseguidor perseguido (La muerte y la brújula), una divinidad que todos buscan y que no encuentran porque ellos son la buscada divinidad (Acercamiento a Almotásim), un minuto que es un año (El milagro secreto), un Judas que es Cristo (Tres versiones de Judas), una letra que contiene el universo (El Aleph), un hombre que vive pero que ya está muerto (El muerto), una historia falsa pero que sustancialmente es cierta (Emma Zunz), una noche que agota la historia de un hombre (Biografía de Tadeo Isidoro Cruz). Este relativismo nos obliga a ver la realidad en perpetuo movimiento, nos incita a trascenderla más allá de su monótona cotidianidad y a penetrarla en sus dimensiones inéditas. Sus cuentos, que algunos consideran de evasión de la realidad, nos acercan más estrechamente a la realidad, no a esa realidad crónica que nos aturde, sino aquella que nos reduce a un número fortuito de una gigantesca lotería y a la vez nos articula con todo lo que fue y será, a aquella que nos transforma en un ciclo de una realidad ya ocurrida y a la vez nos enseña que un minuto puede ser recipiente de la eternidad, a aquella que desdibuja nuestra identidad y nos convierte a la vez en depositarios de una Identidad suprema. En resumen, una realidad inverosímil, contradictoria, ambigua y hasta absurda. Pero ¿no son acaso estos rasgos los ingredientes auténticos de su irrecusable misterio? Vista la realidad desde un plano que trasciende ilusorias precisiones y lógicas adventicias, más allá de esa corteza resistente y visible de racionalidad, la recta se comba y el infinito universo encuentra un tope de finitud; la múltiple visión de la realidad que Borges nos propone es un intento de abarcar los contradictorios elementos que la conforman. Aunque "A" excluya a "B", Borges los presenta juntos, conviviendo, para mostrar que esa exclusión es falaz, porque se rechazan, se oponen, pero también se completan y se necesitan. Ese mundo ficticio, donde la medida de todas las cosas es un relativismo que otorga validez a lo inverosímil y a lo absurdo, no es una evasión de la realidad, es más bien su retorno, pero con la flor que, como la de Coleridge, prueba que existe y que es también un sueño.
En los cuentos de Borges, se evidencia la mezcla entre el ensayo y el cuento.
Borges desarrollo el ULTRAÍSMO.
La actitud del ultraísmo es resumible en los principios que siguen:
        1. Reducción de la lírica a su elemento primordial: la metáfora.
        2.Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles.
        3. Abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstanciación, las prédicas y la nebulosidad rebuscada.
        4. Síntesis de dos o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su facultad de sugerencia.
        Los poemas ultraicos constan, pues, de una serie de metáforas, cada una de las cuales tiene sugestividad propia y compendiza una visión inédita de algún fragmento de la vida.
Formas de una leyenda - Las ruinas circulares/TEMA: irrealidad de la vida

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