miércoles, 21 de septiembre de 2011

LITERATURA INCAICA - ollantay

- Anónima - Oral: No existia autor definido. La literatura era mantenida por la tradición oral, pues no existía la escritura fonética.
- Agrarista Colectiva: La base económica del Imperio Incaico fue la agricultura. Por ello las actividades derivadas de la agricultura y la ganadería constituian la fuente de inspiración para las composiciones.
-Musicalidad y Danza: Durante las ceremonias, la coreografía era variada; ella era acompañada por la flauta, la quena, el pinkullo,la tinya, el huancar y los pututos.
- Panteísmo-Cosmogónico Religioso: El congénito panteísmo del indio se adhiere con tal fuerza a la tierra sobre la cual se mueve, que hace imposible separarlos.
- Espíritu Animista: En todos los géneros los incas dotaban de cualidades humanas a la naturaleza.
- Clasista: Tenemos dos tendencias:
Literatura cortesana (HAYLLI)
La enseñanza de todas las manifestaciones literarias se daba en el yachayhuasi o yachay wasi y estaba a cargo de los amautas, maestros encargados de transmitir la cultura oficial del Imperio a las elites gobernantes.
Destacan los cantares épicos, composiciones sobre los dioses, los orígenes de los incas y las gestas de cada Inca. Nos han llegado varias versiones sobre los ciclos míticos de Wiracocha y los Hermanos Ayar, así como de la hazañas y conquistas de algunos incas como la leyenda de los pururaucas, el rapto de Yahuar Huaca, la cobardía de Urco, etc.
Literatura popular (HARAWI)
Era transmitida por el haravicu, expresaba el sentimiento de los pueblos. Las formas líricas venían con acompañamiento musical, incluso vinculadas con la danza; el vocablo taki significa a la vez canto, música y baile. Podemos mencionar al arawi o harawi (cualquier género de canción, aunque después se convirtió en un canto amoroso), el wayñu o huayno (fusión de danza, música y poesía), la qhashua (baile alegre y festivo), el ayataqui (canto fúnebre), el huaccataqui (canto ritual a las huacas), el aymoray (canto de súplica para obtener buenas cosechas), el wanka indica dolor profundo producida por la muerte de un ser. se dice q es similar a la elegía europea) y saura taqui (canción de burla o mofa).

En narrativa destaca Dioses y hombres de Huarochirí, cuyo manuscrito quechua fue recogido a fines del s. XVI en la provincia de Huarochirí, perteneciente a la archidiócesis de Lima, Perú, por el sacerdote cuzqueño Francisco de Avila, conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid. Es considerado la Biblia incaica.
OLLANTAY
El más antiguo manuscrito de esta obra perteneció al sacerdote Antonio Valdés .
Estructura
El Ollantay está escrito en verso y dividido en tres actos. Hay tolerancia en la medida y libertad en la rima. El verso predominante es el octosílabo que se alterna con el endecasílabo. En cuanto a la rima, prevalece la asonantada; sin embargo, hay muchos versos blancos. Emplea lenguaje poético . Es un drama colonial de temática incaica.
Resumen
El general de los ejércitos incas, Ollantay, es un guerrero de origen plebeyo que por sus excelentes servicios ha sido elevado a la nobleza de privilegio y se le han concedido numeroso premios. Pero se enamora de Cusi Coyllur (Lucero Alegre o Estrella), hija del Inca Pachacútec (El restaurador del mundo), amor prohibido, pues de acuerdo a las leyes de Imperio, nadie, salvo otro de linaje inca, puede casarse con una princesa. No obstante, Ollantay, enceguecido por el amor, se une a Cusi Coyllur, secreto que comparte la reina madre Ccoya o Anahuarqui.
Pese a los augurios en contra que le da el Huillac Uma o sumo sacerdote, Ollantay decide pedir al Inca que apruebe formalmente su unión con Cusi Coyllur. Pachacútec le recuerda a Ollantay su origen humilde y le señala su increíble audacia de querer “subir demasiado alto”; luego, enfurecido, lo expulsa de su presencia. Cusi Coyllur es encerrada en un calabozo de la casa de mujeres escogidas o Acllahuasi, donde deberá expiar su falta; allí dará a luz una niña, fruto de su amor con Ollantay, a la cual llamará Ima Súmac (Bella Niña).
Ollantay, al enterarse que Cusi Coyllur ya no está en el palacio de la reina madre, cree que ha sido asesinada y decide abandonar el Cuzco, junto con Piqui Chaqui (Pies de pulga), su confidente y servidor, no sin antes amenazar con volver y destruir la ciudad imperial. Se instala en la ciudad que lleva su nombre, Ollantaytambo, donde se atrinchera y se hace independiente, dispuesto a resistir con las armas a las huestes del Inca.
El Inca ordena a su general Rumi Ñahui (Ojo de Piedra) que reúna fuerzas y marche a combatir a Ollantay. Por su parte, Ollantay envía a su general Orco Huarancca (Mil Montañas) quien tiende a Rumi Ñahui una emboscada en un desfiladero, derrotándolo. Diez años después el Inca Pachacútec muere sin haber conseguido su deseo de derrotar a Ollantay; le sucede su hijo Túpac Yupanqui (El estimado por la realeza).
Mientras tanto, en el Acllahuasi, Cusi Coyllur tiene a su favor a una de las acllas o vírgenes del Sol, Pitu Salla, pero como fiera oponente a la dura Mama Caca (Madre Roca), la gobernanta del Acllahuasi. No obstante haber pasado diez años de férrea prisión, Cusi Coyllur aun conserva alguna esperanza de salir de ella. Su hija, Ima Súmac, ha sido criada por Pitu Salla como una escogida más, pero sin enterársela nada de sus padres; la niña descubrirá por casualidad a su madre, proponiéndose desde entonces ir donde el nuevo Inca a fin de pedir clemencia para ella.
Mientras tanto, Túpac Yupanqui se propone derrotar y capturar a Ollantay, para lo cual envía a Rumi Ñahui, quien le promete rehabilitarse de su anterior derrota. Esta vez Rumi Ñahui decide emplear la astucia: se presenta ante Ollantay cubierto de heridas y pretende que así lo ha tratado el nuevo Inca; de esa manera se gana su confianza y aprovechando una fiesta nocturna, abre las puertas de Ollantaytambo para dar acceso a sus tropas, las cuales, sin ninguna resistencia, logran capturar a Ollantay, a Orco Huarancca y a otros oficiales, que son llevados al Cuzco, ante la presencia de Túpac Yupanqui. Éste pregunta a sus consejeros qué debería hacer con los rebeldes. El Huillac Uma, que siempre hace de pacificador, pide clemencia; más Rumi Ñahui pide la muerte de ellos. Túpac Yupanqui aprueba la pena capital; pero a último momento no solamente perdona a los rebeldes, sino que les confiere puestos todavía más altos. Ollantay es nombrado general mayor y lugarteniente del Inca en caso de ausencia de éste por asuntos bélicos. Orco Huarancca es nombrado jefe del Antisuyo.
Pero Ollantay tendrá otra dicha más por recibir: su reencuentro con su amada Cusi Coyllur. Ello ocurre en efecto, gracias a la casualidad: Ima Súmac, desde su niñez valiente, ingresa al palacio imperial y se arrodilla ante la presencia del Inca, pidiéndole piedad para su madre, encadenada en lo más recóndito del Acllahuasi. Aunque por el momento no sabe de quién se trata, el Inca se interesa por el asunto y junto con Ollantay se dirige al Acllahuasi, donde encuentran a la mujer prisionera, que más que persona les parece un espectro cubierto solo por su larga cabellera. Finalmente el Inca reconoce en ella a su hermana (lo que es una bonita anagnórisis) de cuyos labios oye su penosa historia. Entonces Túpac Yupanqui, magnánimo, la libera y allí mismo la desposa con Ollantay, terminando así, con final feliz, el drama inca.

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